Monday, February 15, 2010

El amor por los árboles

En el discurso  de aceptación del Premio Nobel 1998, José Saramago , recordó el amor que su abuelo sentía por los árboles, con estas bellas palabras:

“Mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias,  al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver”.  

Abrazarse a un árbol es una de las experiencias más maravillosas que la Naturaleza nos puede ofrecer. Sentir su fuerza,  olvidarnos de todo e intentar escuchar el sonido de la Vida. 







Hacedlo, merece la pena. No lo olvidaréis y a demás… es gratis.

Enlace para leer el discurso de José Saramago:

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